Los colores, la herramienta de los interioristas, para combatir el calor.

En invierno todos estamos esperando el verano, pero una vez que llega… nos agobiamos con las altas temperaturas. Con cada año que pasa el invierno es más suave y el verano más largo y caluroso, estamos viviendo un cambio climático que no hemos sabido retroceder y que esperamos que podamos frenar.

Podemos tomar medidas sobre a qué horas salir a la calle, hidratarnos, llevar ropa transpirable, etc. Pero aquí no vamos a hablar de eso. Os quiero contar cómo decorar tu casa si eres de los que prefieren vivir en Invernalia pero te ha tocado estar en la península.

Estas opciones podéis aplicarlas todo el año con pintura y cortinas o podéis comprar fundas de cojines, sábanas y colchas y otros textiles para sacarlos en el verano.

Antes de nada,  los colores que deben desaparecer son todos aquellos colores tierra, con un componente alto de marrón, naranja o rojo. Se llaman colores cálidos; esto ya lo explica todo.

Existen millones de colores y no somos capaces de distinguir todos, pero os voy a hacer una selección de cuatro para combatir el calor; quiero que os quedéis con la idea del color y tono que tenéis que buscar a la hora de salir a comprar ese objeto o textil que marcará la diferencia en casa.

Blanco

Los esquimales tienen 40 tonos y palabras diferentes para referirse al blanco, nosotros vamos a quedarnos con el genérico blanco nieve.

El blanco es el color que siempre se ha usado para combatir el calor, sobretodo al sur de la península dónde más altas temperaturas se registran. Además ahora la tendencia es tener la casa “total white” pero siempre es necesario añadir elementos y toques de color para personalizarla.

Si eres de los que no soportas el calor te recomendamos que pintes tu casa de blanco nieve (¡el suelo no por favor!) y coloques mobiliario, textiles u objetos con los colores que vamos a contarte a continuación.

Rosa

Nos quedamos con un rosa tiza para dar un tono suave, perfecto si no eres muy atrevido. Llamamos rosa tiza a un rosa con muy poco pigmento rosa y bastante carga de blanco. Este color deriva de los colores cálidos pero con la gran cantidad de blanco lo hemos considerado un color frío.

Con él puede pintar habitaciones enteras o simplemente buscar unas sábanas de este tono sin estampado, te sentirás fresquito recordando al helado “frigopie” que comías de pequeño.

Ahora está en auge combinar este color con estampados de hojas verdes para dar un toque tropical, pero ten cuidado porque si recargas visualmente la habitación puede generar agobio y perder lo que andabas buscando.

Azules

Es el color frío por excelencia. Con este color hay que tener cuidado para que tu casa no parezca impersonal o lo que es peor, un hospital. Este color se ha usado mucho en habitaciones infantiles, baños, oficinas y espacios para estudiar. Tiene propiedades óptimas para la relajación y la concentración, por lo que si te agobias solo con pronunciar la palabra “calor” lee esto atentamente.

Hay muchísimos tonos de azul, vamos a quedarnos con dos. Un azul fiordo, su nombre ya lo dice todo, sería muy parecido al rosa que hemos hablado antes, con una gran carga de blanco, y además combinan a la perfección. Puedes emplearlo para pintar habitaciones enteras o crear grandes manchas de color en casa. Es el color más fácil de combinar de los cuatro.

Por otro lado nos vamos a quedar con un tono más oscuro, un azul dragón muy interesante para un estampado que se repita ya sea en papel de pared o textil de cojines con fondo blanco. Este color, a pesar de ser muy oscuro, como no tiene ningún componente naranja-rojo no nos da ninguna sensación de calor. Si huyes de los tonos pastel, prueba con este color.

Amarillo

Es un color primario, muy atrevido para interiores pero que resuelve muy bien algunas situaciones. Por ejemplo, pintar un mueble, un taburete o colocar una lámpara de este color, no solo dotará al espacio de personalidad si no que te animará cada día. El amarillo es el color perfecto para producir la hormona de la felicidad en tu cuerpo.

El amarillo limón, no lo recomiendo para pintar toda una habitación o una pared completa, pero sí para animarte cada día con pequeñas dosis.

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