Si no conoces la figura del Interiorista, lo que podemos hacer por ti, o piensas que somos como un decorador pero más caro, me gustaría que leyeras éste articulo.
Se nos confunde muchas veces con otros profesionales del sector. Te explico brevemente algunos:
Arquitecto
Es el encargado de diseñar y dirigir proyectos de obra nueva o modificaciones de espacios ya creados que puedan afectar a su estructura. Se encarga de realizar los cálculos necesarios para que el edificio se mantenga. También sacan su creatividad para hacer edificios nuevos muy interesantes e implementar medidas de ahorro como las Passivhaus.

Interiorista
La función del interiorista o diseñador de interiores es crear nuevos espacios: cerrando o abriendo paredes, subiendo o bajando el techo, cambiando la distribución (y las instalaciones), nos apoyamos en materiales, colores y/o texturas y así obtener el efecto deseado.
Nos gusta ir al detalle, asesoramos y buscamos para nuestros clientes mobiliario y textiles para completar la renovación de sus espacios y no perder el concepto creado. Un interiorista realiza interiores de viviendas y de locales, también exteriores: patios, jardines, etc.
Pero los interioristas también hacemos diseños efímeros: un stand en una feria para una marca, un escaparate de una firma, o un espacio temporal en un evento.

Decorador
El decorador es aquel que no modifica el espacio, no toca ni paredes, ni techo, ni cableado eléctrico, etc. Trabaja a partir del estado actual cambiando distribución, mobiliario, colores, textiles y accesorios. Es un servicio que ofrecen muchas empresas de mobiliario. Te asesoran en decoración para cambiar tu salón por ejemplo.
Es una buena opción, pero ten en cuenta que solo te ofrecerán productos de su marca.

Los valores del buen interiorista
Antes de seguir, quisiera hacer un manifiesto de lo que es para mí un buen interiorista:
- Le apasiona su trabajo y pone la cabeza y el corazón en cada proyecto.
- Un profesional que se ha formado y aprendido de otros buenos profesionales.
- Pone por delante los gustos del cliente a los suyos propios.
- Da soluciones óptimas y creativas a las necesidades de su cliente.
- No compromete la economía de su cliente con propuestas que no puede asumir.
- No prescribe marcas o proveedores con el fin de llevarse comisión.
- Enseña al cliente sus honorarios porque es honesto, ético y transparente.
- Sabe escuchar y adaptarse.
- La distancia no es un impedimento.
Y no contenta con esto quiero añadir la preocupación de un buen interiorista por la sostenibilidad en sus proyectos, por apostar por empresas y proveedores de proximidad.
Desmontando el mito: Un interiorista es caro.
Seguramente no te has llegado a plantear contratar a un interiorista, y si se te ha pasado por la cabeza lo habrás descartado rápidamente pensando que es caro
Uno de los propósitos de Diseia es desmontar éste mito.

Un servicio de interiorismo, planificación de boda o depilación, por ejemplo, será caro o barato según lo que cada uno esté dispuesto a pagar. Por ello cada empresa tenemos un prototipo de cliente al que dirigimos nuestros servicios.
Es decir, si yo me quiero comprar un coche tengo muchas opciones pero me decantaré por la que pueda pagar (por mucho que me guste un Jaguar).
También dependerá de qué incluya dicho servicio. Existe la opción de contar con los servicios profesionales de un interiorista a un precio muy bajo, si es así puede ser que no incluyan toda lo que buscas o que se lleven comisión por prescribirte materiales o productos concretos.
Si volvemos al ejemplo del coche, puedes comprarte un Golf bien de precio pero que luego no incluya el aire acondicionado, el elevalunas eléctrico trasero, etc.
En Diseia queremos democratizar el diseño, por ello he creado el Paquete Sol de Oro y el Paquete Amapola para que puedas disfrutar de un interiorista mediante un asesoramiento profesional y personalizado sin costes extra.

Cuando me piden un presupuesto, siempre intento detallar todo por tres motivos:
- Primero, para que podáis comparar con otras empresas (sí, lo hacéis, yo también lo hago en otros sectores).
- Segundo, para así tomar la decisión que más se adapte a ti, a lo que necesitas y a lo que puedes asumir.
- Tercero, que podáis eliminar las cosas que no sean imprescindibles y recalcular vosotros mismos el precio.
Cómo ya he dicho antes, me gusta ser transparente. Explico a mis clientes mis honorarios y lo que está incluido en ellos, por supuesto, siempre podemos eliminar y añadir lo que sea necesario.
Quiero que todos podamos disfrutar de un buen diseño, de sentirnos mejor en casa o de mejorar la experiencia de vuestros clientes.
Me encanta!!! Más artículos por favor!!
Que útil la aclaración. Me encanta saber que puedo disfrutar de un interiorista profesional, sin necesidad de ser rica y con la garantía de valores tan esenciales como no ser comisionista de marcas y que respete mis gustos por encima de los suyos. Dan ganas de empezar YA!!!